Plantas Gramíneas para Jardines Naturalistas
Luis Francisco Martínez ZahoneroCompartir
Introducción
En los últimos años, las gramíneas ornamentales han pasado de ser un recurso secundario a convertirse en protagonistas de muchos proyectos de paisajismo.
Los nuevos diseños de plantación recurren a ellas en todas las estaciones: aportan movimiento, estructura, textura y una estética cambiante que se adapta a jardines modernos y naturalistas por igual.
Cada temporada, los viveros especializados ofrecen nuevas variedades de diferentes alturas adaptadas a diferentes suelos y climas, lo que facilita su uso en cualquier proyecto paisajístico, desde jardines mediterráneos secos hasta espacios húmedos o sombríos.

Qué son las gramíneas ornamentales
Las gramíneas pertenecen a la familia Poaceae, con más de 10.000 especies repartidas en unos 800 géneros. Muchas de ellas, silvestres en origen, se han incorporado con éxito a los jardines, donde aportan un valor estético inigualable: movimiento con el viento, tonos dorados en otoño, inflorescencias ligeras y un follaje que estructura el jardín durante todo el año.

Tipos según el clima
Gramíneas de estación fría
Son las que inician su crecimiento a finales del invierno , cubren el jardín de color verde cuando el resto de plantas aún no han comenzado a destacar.
Gramíneas de estación cálida
Necesitan calor para desarrollarse, por lo que comienzan a crecer más tarde, cuando el suelo está templado y alcanzan su pleno desarrollo en verano y otoño.
En invierno algunas pierden el follaje mientras otras permanecen secas y erguidas convirtiéndose en un elemento estructural fundamental en esta época del año.

Hábitos de crecimiento
Gramíneas de porte erguido
Forman matas compactas y bien definidas, si crecimiento es vertical permaneciendo así incluso cuando se secan en otoño - invierno. Aportan estructura vertical al jardín.
Gramíneas pendulares
Sus tallos van a abriéndose a medida que se desarrollan como si de una fuente de agua se tratara, y necesitan por ello más espacio en el marco de plantación.
Gramíneas perennifolias
Su follaje permanece durante todo el año, esto puede ocurrir de dos formas, o bien son gramíneas que al secarse mantienen su forma y estructura aportando un tono marrón cuando el jardín está en reposo invernal o bien son plantas realmente perennifolias que permanecen verdes todo el año.
Gramíneas caducifolias
Son las que a finales del otoño, principios del invierno se desvanecen, sus hojas se tumban y terminan por desaparecer por completo.

Cómo plantar gramíneas ornamentales
Cada gramínea, cada planta, ha de ser plantada en las condiciones de hábitat en el que la encontraríamos en la naturaleza, a partir de aquí….
Plantaremos como el resto de vivaces, evitando laboreo del suelo y preferentemente en otoño o primavera.
Son ideales para plantarlas en tamaños pequeños a muy pequeños (alveolo forestal) dada su rusticidad y rápida tasa de crecimiento.

Riego y abonado
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Regular el riego al mínimo necesario sigue siendo lo más aconsejable para promover sistemas radiculares profundos, resistentes y conseguir mejores floraciones.
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En general evitaremos el abonado en todos los casos para conseguir plantas más resistentes y que vivan más años.

Mantenimiento estacional
Control de malas hierbas: en matas con alta densidad de plantación apenas dejarán sitio para el crecimiento de adventicias, y con una cobertura inorgánica ya no nos darán más trabajo en este aspecto.
Invierno: se mantiene el follaje seco para proteger la corona de la planta, sobre todo en zonas con inviernos muy frios.
Primavera: antes del rebrote, cortar las matas al ras y retirar el follaje muerto.
Esta es una manera de actuar general para las gramíneas y que resulta, sin embargo no todas se ajustan a este modelo tan sencillo.
Para matizar un poco podríamos decir que las gramíneas perennifolias que se secan en invierno deben cortarse al ras a finales de este periodo, mientras que las gramíneas perennifolias siempreverdes se peinan para eliminar todas las hojas secas que va acumulando la mata y mantener las jóvenes.
División de matas: en otoño, cuando el centro empieza a secarse o se reduce el vigor.

Conclusión
Las gramíneas ornamentales no son solo una moda: se han consolidado como una pieza clave en el paisajismo contemporáneo.
Su capacidad de adaptación, su bajo mantenimiento y el valor estético que aportan en todas las estaciones hacen de ellas un recurso imprescindible en cualquier jardín naturalista. Con un follaje y unas espigas tan diversas siempre encontraremos la gramínea adecuada.
En Viveros La Resqueta cultivamos especies y variedades seleccionadas, adaptadas a las condiciones reales de jardín y sin tratamientos químicos, listas para prosperar en climas diversos y acompañar proyectos de paisajismo sostenible.
